Un policía judicial maneja por la ciudad escuchando jazz y buscando pistas de un crimen recién cometido. A su alrededor, las calles se despliegan bajo el manto de la noche, donde diversos personajes se refugian en la soledad y la decadencia nocturna. Al girar en un callejón, se encuentra con un auto Spirit que guarda en su interior una misteriosa mancha de sangre en el volante.
Cipriano Zuzunaga, nombre de nuestro personaje principal, ha comenzado la búsqueda del hijo de un político secuestrado. En el proceso, nos permite asomarnos a los entresijos de un sistema de seguridad corrupto y en ruinas. Este es el inicio de Tus dos muertos, el segundo largometraje del director mexicano Daniel Castro Zimbrón, cuyo estreno mundial tuvo lugar el 9 de noviembre en el Festival Mórbido 2025.
La cinta, adaptación de la novela negra homónima escrita por el mexicano Jorge Alberto Gudiño en 2016, es un deleite actoral gracias a Gerardo Trejo Luna, quien nos guía de la mano junto a su personaje: un hombre que, poco a poco, se convierte en víctima de un recorrido laberíntico a través de sus propios miedos y traumas, ocultos en lo más profundo de su mente. Todo esto ocurre mientras intenta resolver el crimen que se le ha encomendado.
A su lado participa un elenco notable, entre quienes destacan Brontis Jodorowsky (El topo, Poesía sin fin), Juan Daniel García Treviño (Ya no estoy aquí), Alexis Ayala (Amores perros) y Myriam Bravo (Club Internacional Aguerridos). Juntos crean la atmósfera ideal para construir una película de cine noir a la mexicana, que conforme avanza se transforma en un thriller que te atrapa por su grotesca representación del sistema de seguridad en México.
La película fue presentada en blanco y negro durante el festival, lo que le da un toque único, afianzando la estética del noir y la esencia de la novela negra transformada en una obra visual de carácter visceral. Esta obra puede ser el detonante de un recorrido emocional de alta intensidad: de la intriga, pasando por el humor, hasta los rincones más oscuros de un ser humano en búsqueda de sí mismo, que quizá lo hace de forma inconsciente.
La cinta se desarrolla de forma concisa; sin embargo, nuestros bigotes de gato no llegaron a erizarse del todo al finalizar el largometraje, que seguramente meerecerá una segunda revisión. Aun así, vale la pena por su impecable desarrollo visual y actoral, por el cuidado diseño de producción y por las tomas cerradas —casi claustrofóbicas— que exhiben con precisión el trabajo gestual de los intérpretes. Todo ello conforma un elemento grotesco que, de manera circular, refleja la decadencia y encierro del relato.
Por desgracia, el filme llegará a los cines en su versión a color, lo que ofrecerá una experiencia completamente distinta a la presentada en Mórbido. Te recomendamos estar atento de sus funciones para que corras a ver esta maravillosa película mexicana.
Te compartimos una galería de fotos de su presentación, así como el genial poster de la película.
